Saltar al contenido
Portada » News » Aprovechemos los CONFLICTOS

Aprovechemos los CONFLICTOS

El conflicto. Vaya tema.

¿Quién no ha vivido en su vida varios conflictos? En forma de discusiones, posiciones contrapuestas, incoherencias internas…

Es posible que incluso arrastremos sus efectos a lo largo del tiempo, como cicatrices que nos recuerdan que un día nos enfrentamos a algo o a alguien de una forma que nos ha dejado marcados.

A nadie le gustan los conflictos.

Muchos huimos directamente de ellos. Lo que pasa es que por mucho que lo intentemos nos acaban encontrando y tenemos que elegir cómo los afrontamos.

Y aquí hay varias opciones. Y curiosamente en general repetimos patrones una y otra vez

Esto es algo que ocurre en los equipos de trabajo también, porque están formados por personas muy diferentes entre sí, con vivencias, experiencias y momentos vitales completamente distintos.

Pero es fundamental abordar los conflictos en los equipos, porque si no se hacen visibles y no se les da su espacio, pueden minar el potencial de crecimiento y contribuir a la desmotivación, los malentendidos, la desalineación y los juicios.

Todas las personas deben tener voz y lugar para expresarse, y solamente desde ahí se puede construir algo nuevo.

Como todo, es más sencillo decirlo que hacerlo.

Por ello,  en ocasiones es necesaria la figura de alguien externo que pueda facilitar esa experiencia y ayudar a gestionar la información que vaya surgiendo.

Para gestionar los conflictos con éxito es importante seguir una serie de pasos, no necesariamente en este orden:

  1. RESPIRAR e intentar escuchar a la otra parte entendiendo que está protegiendo algo importante para ella al igual que tú.
  2. TOMAR DISTANCIA para ver la situación desde otra posición.
  3. EVITAR LOS PREJUICIOS (o al menos reconocer que los tenemos y que eso no beneficia) y abrirse a otra manera de ver las cosas.
  4. MOSTRAR EMPATÍA (Empatía es ponerse en el lugar del otro y entender cómo se puede estar sintiendo aun cuando su postura no tiene que ver con la mía. Esto es distinto a mostrar simpatía, que es mucho más fácil).
  5. ACEPTAR LA PROPIA RESPONSABILIDAD en lo que está sucediendo. Todos, sin excepción, tenemos algo que ver e influimos en lo que ocurre.
  6. Referirse a situaciones y HECHOS CONCRETOS, a comportamientos, no a formas de ser.
  7. PRACTICAR LA ASERTIVIDAD. Decir lo que me gusta y lo que no, y cómo me siento.
  8. AGRADECER, porque la situación de conflicto es una oportunidad para crecer y aprender, y en su caso para transformar una relación o llevar al equipo al siguiente nivel.
  9. ANALIZAR CON HUMILDAD qué puedo cambiar y qué haré diferente la próxima vez.
  10. ESCUCHAR(NOS). Hay una información valiosa para nosotras que puede contribuir a nuestro desarrollo si la sabemos interpretar.
  11. PEDIR AYUDA. Si eres parte difícilmente serás objetiva. Es inteligente apoyarte en alguien externo que te ofrezca otra perspectiva y vea lo que tú no puedes ver.

Hay que tener en cuenta que el conflicto, la incomodidad, la disonancia, es lo que se ve, lo que está en la superficie.

Es un síntoma de una situación a la que hay que prestar atención, por lo que realmente, es una llamada de atención que nos indica que en lo más profundo hay información muy valiosa que está pidiendo transformarse.

¡Aprovechemos la oportunidad que nos brinda!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *